En muchas empresas, el bienestar del equipo se mide tarde, cuando los síntomas ya son visibles: rotación elevada, desmotivación o bajo rendimiento. Sin embargo, la experiencia del empleado empieza a construirse (o a deteriorarse) mucho antes. La clave está en escuchar, y hacerlo de forma continua, anónima y accionable. 

Según Gallup, solo el 23% de los empleados a nivel mundial se sienten comprometidos con su trabajo. Aún más alarmante: el 59% se considera “desconectado silencioso”, es decir, cumplen sin entusiasmo, y sin aportar más allá de lo mínimo. ¿La razón más común? Sentirse ignorados o no escuchados. 

Aquí es donde soluciones como HappyOrNot marcan la diferencia. Al instalar terminales de feedback en puntos clave (entrada, comedor, reuniones de equipo), los empleados pueden expresar cómo se sienten en cuestión de segundos, de forma completamente anónima. ¿El resultado? Datos diarios sobre clima laboral, fácilmente visualizables en dashboards e informes automáticos. 

Esto permite actuar a tiempo: ajustar procesos, abordar tensiones o simplemente reconocer al equipo cuando el feedback es positivo. Además, demuestra un compromiso real con la mejora continua, sin recurrir a encuestas largas ni momentos incómodos. 

En resumen, lo que tus empleados no te dicen puede estar costándote más de lo que imaginas. Escúchalos cada día. No esperes a que se vayan para saber por qué estaban descontentos.